miércoles, 19 de agosto de 2015

Entrevista a Monica Gherardi, entrenadora de Federico Grabich


Mónica Gherardi junto con Federico Grabich medalla de bronce en Kazán.


El nadador Federico Grabich está teniendo un gran presente en lo que va de este 2015. En los Juegos Panamericanos obtuvo la medalla de oro en los 100 mts libre y la de plata en los 200 mts libre. Luego en el Mundial de Kazán se quedó con la medalla de bronce en los 100 mts libre. 









Noti-Amateur dialogó con Mónica Gherardi, entrenadora de Federico desde que se inició en la natación en Casilda, provincia de Santa Fe, de donde son ambos. Gherardi recordó los comienzos de Grabich y sus progresos hasta llegar a este gran momento en su carrera deportiva. "Mi referencia con él era que iba a ser un chico alto y siempre me mostré interesada en que practicara natación", confesó. 

-¿Qué recuerdos tenés de los inicios de Federico en la natación?
-Él comenzó en marzo del año 2000 a practicar natación, cuando me proponen, desde la Secretaria de Deportes de la Provincia,  un plan provincial de detección de talentos, ahí convoqué a chicos de cuarto y quinto grado de distintas escuelas en la cual estaba Federico. A él lo conocía desde que nació porque soy amiga de los padres.  Él vino al club para averiguar los horarios y ahí comenzó a practicar este deporte. Las consignas, con el grupo que se inició, fueron contarles para qué estaban citados, que no solo se trataba de nadar sino de buscar a alguien que le gustara la competencia y que tuvieran talento para esto. A veces cuando se habla de competencia no todos muestran el mismo interés pero en el caso de Federico en seguida se interesó. Les conté la historia de Natalia  Scapinello una nadadora campeona Sudamericana en la década del 90´ y luego comenzamos las clases con todo el grupo. Mi orientación principalmente  tiene que ver con que aprendan a nadar bien técnicamente.

-¿Qué notabas en él en ese tiempo?
-Mi referencia con él era que iba a ser un chico alto y siempre me mostré interesada en que practicara natación. El potencial en Federico  siempre lo vi porque rendía mucho técnicamente. Yo creo que los grandes nadadores no son los que van más fuertes desde un principio  sino los que nadan bien técnicamente para que luego se aplique la fuerza, velocidad y resistencia. 

-¿Cómo describirías a Federico de chico?
-Siempre fue entusiasta, aunque era un poco revoltoso pero normal para un chico de 10 años. Creció con ese mismo grupo con el que comenzó a nadar y  a la par practicaba básquet. Cuando cumplió 12 años sus marcas eran para competir a nivel nacional. Su primer torneo fue en Paraná en el año 2002 y mientras él seguía entrenando en básquet. Le expliqué que la natación era un deporte individual a diferencia del básquet, en uno dependía de los otros y en el otro de uno mismo. Le comenté las condiciones para ambos deportes por si quería hacer algo importante en su carrera deportiva y a los 13 años ya se metió de lleno en la natación. En el primer campeonato en Paraná logró el sexto puesto en los 50 mts espalda. Ahí él se dedicó a observar,  una característica de él era que observaba todo y con la madre nos quedábamos asombradas. Eran cuatro días de competencias y casi él no hablaba, solo miraba todo. Luego continuamos evolucionando con el entrenamiento, a medida que iba creciendo fue logrando diferentes cosas. Fue Campeón Nacional a los 14 años en los Torneos Juveniles,  obtuvo récords nacionales y participó de los Campeonatos Mundiales Juniors

-¿De qué manera viste su progreso?
-Él siempre nadó los cuatro estilos y mostró aptitudes. A los 14 años tuvo problemas en la rodilla y no podía nadar mucho pecho y nos dedicamos más a crol y a espalda. En el año 2005 participó de su primer Campeonato Sudamericano, en donde a nivel internacional tuvo una actuación normal, lo que era parte de su evolución. Fue una etapa que la pasó muy bien y feliz, y lo sigue siendo. No tiene sentido que el deporte te aisle y te quite cosas, el deporte se tiene que integrar a la vida del deportista. Las actividades normales y el deporte van juntos. En los años 2006 y 2008 tuvo dos campeonatos Mundiales Juniors, en uno obtuvo el noveno puesto en  los 50 mts libre y en el otro  el quinto puesto en 50 mts espalda.  Siempre vi que tenía este potencial y traté de ver todas las facetas del deporte que se iban a ir cumpliendo en él,  ya sea  Campeonatos Nacionales, récords y como máximo objetivo los Juegos Olímpicos. Él los miraba por televisión y noté que era algo donde le gustaba estar y que quería participar de esa máxima competencia. En Londres 2012 él fue por invitación, ya que tenía la marca B y solo entrenaban los de la marca A. Iban llamando por camada a los que tenían la marca B para participar y 20 días antes de los Juegos Olímpicos nos encontramos con la invitación. Para estas competencias uno lo planifica cuatro años antes así que era difícil planificarlo con 20 días de antelación. A Londres fueron solo cuatro nadadores argentinos y fue una buena experiencia en cuanto a que se pudo participar, pero no fue bueno en cuando al rendimiento general. 

-Y ahora ¿cómo ves el avance de la natación en nuestro país?
-La natación argentina tuvo un crecimiento importante. Federico batió récords argentinos en los 100 y 200 mts libre. Muchos otros nadadores metieron récords en distintas pruebas.  Todavía falta un impulso mayor de ubicar la natación argentina a nivel mundial y  creo que esto se va a poder lograr en estas generaciones y en las futuras. Es muy prometedor ver lo que Fede logró y lo que puede lograr en su ciudad, en su club y con su entrenadora. Se necesita esfuerzo, dedicación, trabajo y creer en si mismo y para mí la cuestión técnica es fundamental. A partir del 2012 se contrató al entrenador australiano Bill Sweetenham, quien viene a hacer cursos de capacitación de nuevas teorías de entrenamiento, de esta manera se busca impulsar la natación argentina.  

-Contanos sobre la posibilidad que tuvo Federico Grabich de poder ir a entrenar al exterior...
-En una oportunidad, Bill Sweetenham  observó el potencial que tenía Fede al ver como nadaba y le propuso ir a España. Era una buena experiencia para él ya que hasta los 22 años siempre nadó conmigo y nunca había ido al exterior para tener otra experiencia distinta. Aceptamos ese desafío de utilizar la metodología que se usa en estos casos, que son la progresión de la carga de entrenamiento en cuanto a volumen e ir incrementando en forma paulatina esto en sesiones semanales. Él fue a Barcerlona durante 6 meses de marzo a agosto del 2013. Volvió a la Argentina y luego lo acompañé yo y después de estar un mes tomó la decisión de continuar entrenando en Casilda,  en su club y conmigo como entrenadora ya que no era fácil estar lejos de la familia.

-¿Cómo lo ves a Federico para los próximos Juegos Olímpicos sabiendo que hay más tiempo de preparación y que él llega de otra manera a diferencia de Londres 2012?
-Él llega en una edad óptima para los Juegos Olímpicos de Río 2016. Nos vamos a enfocar en el entrenamiento y vamos a orientarnos en el objetivo que tuvimos siempre que es la eficiencia técnica. Trabajamos con más volumen e intensidad. Este tiempo tuvieron más competencias internacionales y contamos con el apoyo del Enard, hubieron competencias en altura, concentraciones y se trabaja en equipo, eso es motivante. Él tiene en claro lo que quiere, desde que empezó hasta que volvió de Barcelona en el 2013 él se dio cuenta de que era posible llegar a una final en un Mundial y en un Juego Olímpico.  Este año su gran desafío eran los Juegos Panamericanos en Toronto y pudo conseguir una medalla en forma individual, como se lo había propuesto. Ahora tiene la cabeza en los Juegos Olímpicos de Río y estos logros le dieron mucha más confianza.







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